viernes, 18 de diciembre de 2009

Vacio.

Frío y vacío riman, menuda gilipollez.
Me pierdo un poco..., bastante.
Tengo sueño, hambre, frío, y resaca de la borrachera que no he tenido.
Los supermercados están llenos.
Luego me arrodillarme ante la superestructura.
Por dinero.
Me siento sucio y vivo.
Se que lo voy a hacer y me acepto.
Quiero sobrevivir con comodidad.
¿Por que no conformarse con la reducción de daños?
Veo sentido al placer.
No al dolor, pero sé, ay, que aun así..., existe.
Voy a elegir donde deposito mi esperanza, esa a la que no veo, si la miro.
Es verdad que la muy orientada nunca se pierde, debe tener olfato de perro callejero.
Como calienta y consuela cuando se acurruca en mi regazo cuando ya no la espero.
Brilla el sol, nívea en mi cabeza.
Doy todo lo que tengo por un kalashnikov que luego no sabre utilizar honestamente.
Me gusta ser mejor, y lo intento, a cada segundo, si me sale bien o mal, creo que ya importa menos. ¿o no?
Dejo en mi vieja edad antiguos estados de conciencia antes de que sea más tarde, luego se hara más duro.
No veo elefantes rosas, solo siento como me patean y se ríen de mi.
Mientras mendigo al funcionario, lo que exigiria si creyera lo que pienso.
Comodidad vs. convicciones.
Me encantaria ser una puta moderna, si supiera vivir de otra manera.
Me levanto pues, y sigo, a mi manera.

Deberia buscar a alquien que me medique. 2009



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