viernes, 9 de abril de 2010

Anomia.

Vivo en un mundo hipercomplejo
Mundo reloj
Soy a ratos mandobediente a ratos libertario
Siempre univoco, elemento único y divisible, lleno de partes.
En una existencia capaz de darse en innumerables perfiles, aunque sometida en todos ellos a duras condiciones de mantenimiento
Todo mi pensamiento se reduce a ceder al sentimiento
Cada gotera gotea a su manera.
A veces retoco la realidad para defender ciertas sensaciones
Aunque se que la oscuridad de un proceso nunca desaparecerá multiplicando la cantidad de sus agentes
Mucho sentir y pocas certezas forman en gran medida mi suerte
Soy una burbuja que crece y colapsa, lo real es pluralidad y desequilibrio
En trance de ser una estructura disipativa
La dinámica del caos implica concebir otra vez el sujeto como naturaleza, devolviendo al ser, como diversidad y unidad autofundada, como complejidad eminentemente real, como gratitud y compensación, todo aquello que el puritanismo, la trivialidad o el dolor atribuyeron a la nada o reservaron a la ley de seres transcendentes.
Lo controlable nunca es totalmente real y lo real nunca es totalmente controlable
Me alío con lo caótico
Busco los poderes saludables: Amor, Conocimiento y Belleza, gobernado por un azar en cuya génesis participo.
Como ser vivo no me mantengo sin esforzarse continuamente por realizar mi específica naturaleza.
Trato de no paralizarme ante los males sin remedio, ni transigir con uno solo de los remediables.
Nunca debí permitirme lo que ya no se puede cambiar. Recrearme se vuelve inevitable. Soy, pues, nuevo en esto. Y me gusta


Pirateando cosas que no entiendo 2010

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